sábado, 24 de octubre de 2009

Yo no soy tonto

Hola.

El título de este post puede ser muy discutido, pero creo que es lo que cada uno de nosotros tendríamos que gritarles a todos los políticos, y a los medios de comunicación que controlan. Me explicaré.

El día 17 de octubre hubo una manifestación en Madrid contra la nueva ley del aborto. Hasta aquí todo bien. Todos tenemos derecho a manifestarnos, y el aborto es (y auguro que será por mucho tiempo) un tema muy delicado, del que ni siquiera yo mismo tengo una opinión clara y absoluta.

Pero independientemente del tema de las manifestaciones, de si uno está a favor o en contra, hay un tema que siempre me ha ofendido desde que tengo uso de razón (por poca que pueda tener): cuando los organizadores, políticos y medios de comunicación dan las cifras de asistencia, nunca coinciden. Y no sólo eso, es que ni se acercan.

En lo que respecta a la pasada manifestación del aborto, por poner un ejemplo, fuentes policiales calcularon unos 250.000 asistentes, casi coincidiendo con el cálculo del periódico El País (que basó su estimación en la densidad humana en los distintos tramos de la marcha), que fue de 265.000 personas. Sin embargo, la Comunidad de Madrid, la cual no utiliza ningún sistema de recuento conocido, dijo que asistieron 1,2 millones de personas. Los organizadores fueron más allá, y aseguraron que había 2 millones de personas, aún cuando no explicaron el método de recuento.

¿Se creen que somos tontos? Desde hace mucho tiempo me pregunto porqué no utilizan un sistema "científico" de conteo. Creo que tenemos la tecnología para ello: se hacen fotos aéreas y se cuentan personas con un sistema informático. Se puede hacer el cálculo incluso en diferentes momentos de la marcha, para tener mayor fiabilidad de la medida. Obviamente, habría que calcular el error que se cometería con este "recuento automático". Pero, ¿por qué nadie hacía esto? ¿Es que a nadie le interesa?

No se la importancia que tiene el número de asistentes reales de una manifestación (2 millones de personas me parecen muchas; 200.000 personas me parecen muchas; 50.000 personas me parecen muchas también), pero ya puestos a tener que oír la cifra por la radio y la televisión, no quiero que me falten al respeto. ¡Contad, cabrones, contad y decidme la verdad!

Pues bien… Juan Manuel Gutiérrez, que es un tío al que le debía pasar lo mismo que a mí, se puso manos a la obra y creó el sistema de conteo "científico" que yo tanto deseaba. Montó una empresa que se llama LYNCE, y se dedica a contar personas en las manifestaciones. La empresa LYNCE es contratada en cada ocasión por las instituciones o empresas que lo deseen. En el caso del sábado pasado fueron contratados por la agencia EFE.

Todo es manipulable, por supuesto, pero creo que este sistema es más preciso que cualquier cifra interesada que nos quiera dar, sin explicaciones, cualquier parte "implicada".

Como toda medida científica estadística, este sistema tiene un margen de error que los propios empleados de LYNCE reconocen. En este caso ha sido del 15%. La cifra que calcularon en la manifestación del sábado pasado fue de 55.316 personas. Es decir, que el número máximo de asistentes, según este método, serían unos 63.300.

¿Son muchas? ¿Son pocas? No me interesa ahora… Son las que son.

 

 

Esta empresa lleva ya tiempo funcionando, y fue contratada para contar a la gente que asistió a la marcha del pasado Orgullo Gay en Madrid, hace unos 4 meses. Su cifra: 58.171 personas, con un margen de error del 10%. Me da igual si había mucha gente o poca: había la que había.

Por supuesto, los organizadores y sus políticos y medios de comunicación afines, dieron cifras mucho más altas: mal hecho. Vuelvo a repetir: ¿se creen que somos tontos?.

Telemadrid dio por buena la cifra calculada por LYNCE en esa ocasión, porque claro, su "dueña", la que manda, es decir, nuestra querida Esperanza Aguirre, es de derechas, y como todos sabemos, al igual que en Irán, en las familias (las buenas, las que valen) de derechas no hay ni un sólo gay.

Telemadrid, como digo, emitió en varios de sus informativos el cálculo que la empresa LYNCE había hecho. No sólo lo dio por bueno, sino que lo utilizó para callar la boca a los organizadores. No me pareció mal.

Pero, ¿qué ha pasado con la manifestación del aborto? Que la empresa LYNCE, que tan bien midió en el Orgullo, ha sido ridiculizada en Telemadrid, porque su medición ya no les parecía tan buena. ¿A qué estamos jugando? Sinceramente, ni siquiera lo pondré como una pregunta, sino como una afirmación: se creen que somos tontos.

Y me ofenden. Y ofenden a mi familia, a mis amigos, heteros y gays, abortistas y antiabortistas, de derechas y de izquierdas. Y creo que si algún político o medio de comunicación da una cifra de una manifestación, y se demuestra que era falsa, se le tendría que castigar legalmente, por engañar a la población. El castigo podría ser de tipo económico. También podría obligárseles a retractarse públicamente y entonar el mea culpa: "sí, intenté engañarles a todos, soy una mierda de persona". O también podría echárseles del puesto de trabajo. ¿Es exagerado lo que digo? ¿Es exagerado que a un político se le eche del puesto por mentir deliberadamente?

Me ofenden los políticos y los medios de comunicación (casi todos han caído en esta falta de honestidad), pero qué cojones, voy a particularizar: Telemadrid da asco.

Todos tenemos que comer, y supongo que habrá gente trabajando en Telemadrid que no comulgue con la manipulación "derechosa" que destila la cadena. Pero a mí, como ciudadano que paga sus impuestos, algunos de los cuales van dirigidos a dicha cadena pública, me parece vergonzoso lo que hacen los responsables de la cadena.

 

 

Me da vergüenza ajena ver sus informativos, y me ofenden, y me vuelven a ofender, porque por supuesto, yo puedo ser manipulado, pero yo no soy tonto.

viernes, 2 de octubre de 2009

Violentado sin necesidad

"Buenas tardes, ¿el Sr. Ben Karel?"

Esto es lo que me suelen decir cuando respondo al teléfono y no reconozco el número desde el que me llaman. Y eso cuando puedo ver el número, porque la mayoría de las veces está oculto.

A partir de entonces sabes que alguna empresa te va a intentar vender algo.

Estamos ya todos acostumbrados, ¿no? La venta telefónica es parte de nuestras vidas. A nadie le gusta, pero nos resignamos porque lo vemos como un problema menor. Al fin y al cabo, si no te interesa, lo dices y en paz… ¿no?

Pues no.

A mí no me parece un problema menor, porque yo soy un tío muy tranquilo, que no me suelo violentar fácilmente, ni suelo perder los papeles. Y así es como reaccionaba yo al principio, siendo amable, respondiendo tranquilamente, sin violentarme y sin perder los papeles.

cabreo_mono_telefono

Y por eso no me parece un problema menor, porque con el tiempo, con los años, los directivos hijos de puta de esas empresas que me llaman cuando estoy durmiendo o trabajando o leyendo o duchándome o besando a mi madre o haciendo cualquier otra cosa que me salga de los cojones, me han forzado en más de una ocasión a ser desagradable y violento. Y yo no tengo necesidad.

Porque cuando es la cuarta vez que la misma compañía del gas (de la que ya soy cliente, para más inri) me llama para informarme de la nueva súper-oferta que me estoy perdiendo por no contratarla, y ya les he dicho amablemente las tres veces anteriores que no me llamen nunca más para contarme eso, pues ya se me hinchan las pelotas, y sintiéndolo mucho por el/la operador/a, que no tiene culpa de nada, pues me cago en su calavera, claro.

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Y sí, ya digo, que la pobre persona que está al otro lado no tiene la culpa, porque es su trabajo. Y desde ya pido perdón si alguno de mis amigos que se dedican a esto se ofende con estas palabras. Pero tendrán que comprender que el que menos culpa tiene soy yo.

Pienso yo que ninguna empresa te va a llamar a tu móvil o a tu casa para hacerte un favor, sino porque le interesa única y exclusivamente a ella.

Pienso yo que ya que lo hacen, que no lo hagan a las 10 de la noche, porque entonces me voy a cagar en su puta sombra otra vez, y yo creo que con razón, que para eso soy el puto cliente. Y por supuesto, que no se lo tomen como algo personal, que es lo mismo que hago yo. Yo se que ESA persona en concreto no me quiere molestar, pero claro, la empresa por la que llama me molesta, y yo no puedo hacer nada más que quejarme en ese momento.

Digo yo que a la señora que después de escuchar mi queja cansada porque no paraban de llamarme se puso en modo robot a contarme que según la ley de protección de datos yo tendría que llamarles a ellos para indicar explícitamente que no quiero que me molesten, no le extrañaría que la mandara a la puta mierda y le colgara el teléfono (qué gesto más feo; me violento con sólo pensar en mí mismo haciendo algo así). Y lo siento por ella, sí. Pero más lo siento por mí. Que no tengo necesidad.

¡¡Que me despiertan de la siesta, en mi propia puta casa!! ¡¡Y encima soy su puto cliente!! ¡¡Y ven que me cabreo y se la suda!!

La ley de protección de datos se la pueden meter por el culo los señores hijos de perra, con todo el respeto que me merecen, que es NULO, que deliberadamente ordenan a trabajadores honrados que me den por saco una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez… Menudo respeto que me tienen ellos…

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¿Sabéis qué? Que no voy a llamar "explícitamente" a nadie para decir que no me llamen, que encima seguro que se me escapa un "por favor" por ahí, y eso ya sí que no. Que pongan al lado de mi nombre una nota: "no volver a llamarle, que el pobre está cansado". ¿No es esto más respetuoso?

Por supuesto, no animo a nadie a que sea desagradable con los operadores. No me entendáis mal… pero sí animo a todo el mundo a que nunca, jamás de los jamases, contraten nada que vendan con este método. No se me ocurre otra forma de acabar con este abuso.

Se que si esto pasara, un montón de gente se quedaría sin trabajo, y lo siento.

De todas formas, yo no me preocuparía: siempre habrá gente inocente e indefensa a la que colarle un contrato, como por ejemplo, ancianos.

¿Serán hijos de puta? ¿Podrían ser sus madres más de la raza canina?

mono-malo

Creo que voy a tener más de un problema por escribir este post… Pero me han obligado a ser desagradable. Y yo, que no tenía ninguna necesidad…

Bueno, yo al menos, no obligo a nadie a leerlo.

Besitos,

Ben.