sábado, 29 de agosto de 2009

Parapepe

Hoy sólamente pondré aquí una canción dedicada a Pepe, que en los últimos tiempos le estoy tratando muy malamente.

Está grabada en un estudio profesional, con los mejores y más caros medios técnicos. Podréis oír los coches pasando por mi calle… ejem.

El video está re-que-te-cauchutado y metido a cholón. Creo que se sincroniza con la música hacia el final…

Que Jason Mraz me perdone.

Lucky, para Pepe.


Te quiero, honey.

domingo, 16 de agosto de 2009

20 minutos

Hola.

Hace unos días, mientras comíamos juntos unos cuantos compañeros de trabajo, surgió una conversación de esas… inútiles-y-nada-maduras-pero-graciosas.

Angie tenía sueño y comentó lo mucho que le gustaría echarse una siesta. Entonces se me ocurrió la típica gilipollez que propuse inmediatamente a todos los de la mesa: si como premio en un programa de televisión, o algo similar, o simplemente tomando como premisa que se pudiera realizar sin más, ¿qué es lo que más te gustaría poder hacer durante 20 minutos de tu vida? Puedes escoger lo que quieras, siempre que sea posible "físicamente", y no importa el dinero que cueste, ni si las personas implicadas (si las hubiera) están de acuerdo o no. Todo sería como tú deseas, eso sí, sólo duraría 20 minutos.

No vale, por ejemplo, que durante los 20 minutos te esté tocando la lotería sin parar… Bueno, sí vale, si lo que te hace ilusión es simplemente que te toque la lotería, pero al finalizar los 20 minutos, todo el dinero ganado desaparecería y tú volverías a tu vida normal.

Al principio se escuchó de todo. Claro, no era fácil, puesto que es un único deseo, y los anhelos de los humanos son muy variopintos. Nunca puedes estar seguro de qué es lo que más te gustaría hacer en tu vida. ¿Os lo habéis planteado alguna vez? Algunos lo tendrán muy claro. Yo no.

Yo creo que todos en la mesa sufrimos el mismo proceso, al menos es lo que me pasó a mí: primero pensé en cosas más o menos importantes y "serias". Es lógico, es una oportunidad única. Hay que pensarlo bien… pero luego pensé: "¡qué diablos!, son sólo 20 minutos, voy a disfrutar de verdad".

Y entonces comenzó el proceso de verdad.

La idea de la siestecita en una tumbona en una playa de postal surgió con fuerza (recordad que estábamos en la sobremesa de un día de trabajo del mes de agosto…).

Yo dije que me encantaría pasarme los 20 minutos montado en la mayor montaña rusa del mundo, con un recorrido de kilómetros entre los árboles de un bosque fresco, haciendo loops y yendo a toda velocidad. Me lo imaginé con música y todo. Pffff. Bueno, es que de verdad me gustaría, ¿vale?

Surgieron más ideas, y fuimos retocando otras anteriores para mejorarlas: comer helado; la siesta en la playa, pero además comiendo helado; la siesta en la playa, con masaje, y comiendo helado… Bueno, ya os imagináis. Pero poco a poco nos fuimos soltando y fuimos dejando caer lo que en realidad nos gustaría a todos: sexo, sexo, sexo.

Ahí dejamos la conversación; teníamos que volver al curro. Pero yo seguí dándole vueltas y llegué a la conclusión de que la mayoría de la gente pediría sexo con alguien que le gustara mucho. ¿Estoy equivocado? ¿Soy un frívolo? No se…

La siesta en la playa, con masaje, con helado, con nuestra música favorita, etc… y por supuesto, que el/la masajista fuera alguien que fuera "súper amable" con nosotros. Ejem.

Ahí lo dejo. Podéis dejar comentarios diciendo qué elegiríais vosotros. También podéis comentar si creéis que estoy equivocado en mi conclusión… pero sed sinceros: son 20 minutazos, sí, pero a la vez, son sólo 20 minutos… ¿es el sexo el motor del mundo?

Aquí tenéis una escena de la película "La cosa más dulce", en la que Cameron Díaz nos deja ver lo que le gustaría hacer con sus 20 minutos.

Dios… que me aspen si no parezco muy frívolo publicando este post. Me encanta. Y sólo he tardado en hacerlo… 20 minutos!

sábado, 8 de agosto de 2009

Cosas pendientes

Las cosas pendientes que tenemos en nuestra vida son importantes. Casi diría que son las más importantes, puesto que las "no pendientes" ya han sido realizadas.

Algunas nos agobian, pero otras nos alegran, porque son la promesa de un disfrute futuro. Tendemos, o yo tiendo, sin embargo a darle más importancia a las que nos agobian. A nadie le gustan los problemas.

Yo estoy aprendiendo, desde hace mucho tiempo, a ignorar el agobio. Lo que hay que hacer es terminar con las cosas pendientes "negativas" cuanto antes. Realizarlas. O por el contrario, pasar de ellas mucho, pero mucho mucho. Y con las cosas pendientes "positivas"… ¿qué es más importante, realizarlas o disfrutar del hecho de planear su realización?

- Tengo que arreglar el coche, que se ha quedado sin aire acondicionado. Culpa mía, porque sabía que pasaría, y me estoy comiendo un verano tórrido tórrido.

- Tengo que tomar unos esquejes de mi ficus, que me los ha pedido Cerrato, porque sus ficuses se han muerto del todo hace tiempo.

- Tengo que ir al dentista, porque me falta una muela, y no quiero quitarle el puesto a la chica "sin-muela", única e irrepetible.

- Tengo que pintar un mural en la mampara de la ducha, que siempre tengo a medio hacer.

- Tengo que ayudar en mi comunidad de vecinos a elegir el color de las paredes del portal, y a modificar la antena de la televisión para poder recibir la TDT.

- Tengo que arreglar mi problema con el chico que limpia mi casa. Viene una de cada 3 veces que debería hacerlo, y como nunca le veo, nunca le despido. Además, no he buscado sustituto/a, así que me temo que esta es la típica cosa que tardaré en quitarme de encima.

- Tengo que comprar un cabecero para mi cama, o pintar algo en la pared en su lugar…

Como veis, algunas de las cosas me ilusionan y otras, pues no. Y como veis, no tengo grandes cosas pendientes, ni merecen un gran agobio. Además, para agobiarme menos aún, he decidido aceptar el hecho de que "yo soy así", es decir, un dejao. Hay veces que la gente que me rodea se agobia más que yo mismo con mis cosas pendientes. El colmo!

Bueno, espero que el próximo post sea más interesante. Con este me he aburrido hasta yo.

piorreico

Un beso.