sábado, 11 de septiembre de 2010

Meeeecccckkkk, ERROR (otra vez)

Hola.

Un minuto después de publicar mi última entrada, me meto en el Facebook, y veo que el comentario del chico sobre el que basé mi reflexión era puro SARCASMO.

Joder, la churro-reflexión que me ha salido de una confusión. :-P

11-S


Bueno, tampoco cambia un ápice lo que quería decir, aunque me ha dado una alegría, la verdad.

Me piro a la Gran Vía. Voy a pasar la Noche en Blanco.

11-S ¿Más cerca de La Paz?

Hola.

No actualizo el blog desde hace mucho tiempo.

¿Será cierto eso que dicen los expertos “blogueros”, que cuanto más vives, menos escribes? Yo no lo creo, pero ahí queda.

Hoy es un día señalado. Señalado por la puñalada absurda y brutal de unos locos que cometieron muchos asesinatos en el año 2001. Hecho detestable y deleznable, sin duda.

Pero una vez que eso queda claro, ¿no podemos PENSAR tranquilamente sobre las causas que provocaron dicho atentado terrorista? Nos han enseñado siempre a repudiar cualquier acto violento, más si viene de una organización terrorista (con lo cual estoy de acuerdo), pero también nos han enseñado a no preguntarnos sobre el porqué de este tipo de actos. Con saber que está mal y que es horrible y que causan mucho dolor nos basta y nos sobra. Pues no, no sobra. Como españolito de a pie de 35 añazos, desde que tengo uso de razón he sido testigo de muchos actos terroristas en mi tierra, y siempre eché de menos una explicación de las causas.

Cuando era pequeño, si la televisión emitía una noticia sobre un robo o cualquier otro crimen, siempre quedaban satisfechas mis ansias naturales de saber porqué había ocurrido. El motivo solía ser el dinero o el poder. Todo quedaba aclarado. Todo tenía sentido.

Pero cuando la noticia era sobre un atentado terrorista, nadie se molestaba (o tenía los cojones) de explicar el porqué. La noticia acababa ahí, en el dolor y el odio. Ninguna explicación, ningún motivo. Yo miraba a mi alrededor y no entendía porqué todos los que me rodeaban no tenían la misma cara de interrogación que debía tener yo. Ahora se lo que les pasaba: les habían lavado el cerebro.

Como yo no soy más listo que nadie, por supuesto, a mí también terminaron por lavarme el cerebro. Asumí sin darme cuenta el hecho: son malos y hay que combatirlos. Fin.

Sobre que son malos y que hay que combatirlos, sigo estando de acuerdo. No penséis que esta reflexión mía, en un día tan señalado, es una apología del terrorismo. Mi intención no puede estar más alejada de esa idea.
Pero no me da la gana de quedarme con eso, con la incomprensión y el odio. Quiero respuestas. Soy humano, y por lo tanto, curioso. Quiero entender el porqué de las cosas. No quiero ponerle fin a mis cavilaciones en el punto en que termina la noticia en la televisión.

Por si no quedara claro que en todo este asunto del 11-S, los españoles no hemos estado al margen en ningún momento, que siempre nos hemos sentido de parte de las víctimas, nosotros mismos sufrimos nuestro propio 11-S, aunque cambiando la letra por una M. Y para más inri, el atentado vino de la misma fuente, por lo que el sentimiento de guerra, de que había dos bandos claramente diferenciados, se acrecentó. Los españoles nunca hemos estado al margen. Y a partir de ahora, cuando diga “nosotros” me referiré a “nuestro bando” en esta particular guerra.

Hoy, en el Facebook, un amigo estadounidense que vive en Nueva York, ha escrito lo siguiente en su muro:

“On September 11, 2001, we lost 2,977 fellow citizens. Since then, 4418 American soldiers and 1.4 million civilians have lost their lives in Iraq along with 1278 American and 30,000 civilian fatalities in Afghanistan.”

Lo traduzco, pero quería poner el original, por si meto la pata en algo:

“El 11 de septiembre de 2001, perdimos 2.977 ciudadanos. Desde entonces, 4.418 soldados estadounidenses y 1,4 millones de civiles han perdido sus vidas en Irak, además de los 1.278 estadounidenses y los 30.000 civiles fallecidos en Afganistán.”

Uno de sus amigos del Facebook, al cual no conozco de nada, ha comentado:

“A lot of people have been lost, but at least we are closer to peace.....right?”

“Se han perdido un montón de vidas, pero al menos estamos más cerca de la paz… verdad?”

Como digo, no se quién es este chico, y seguramente si le conociera me caería estupendamente, pero creo que está equivocado. ¿Podría tener el cerebro lavado? Podría.

¿Más cerca de la paz? Para estar más cerca de la paz sólo hay que hacer una cosa muy simple: parar las guerras.

Y algunas guerras no las ha empezado “el otro bando”.

Sospecho que todas las guerras tienen los mismos motivos primordiales: el dinero y el poder.

¿No podemos siquiera CUESTIONAR nuestro propio papel antes, y sobretodo en el tiempo que ha transcurrido desde el 11-S?

¿No os parece un gilipollas el pastor norteamericano ese que decía que iba a quemar el Corán hoy? ¿No os parece igual de fanático que cualquier otro? ¿Quemar un libro sagrado para otras personas? Qué buena idea si quieres lograr la paz… qué respetuosa y sensata. Pero este pobre hombre, ¿no tendrá también el cerebro lavado?

¿Es esto una guerra entre religiones? Yo nunca lo he visto así, quizá por no ser adepto a ninguna. Todas me parecen iguales (y los que me conozcan bien, saben que ninguna me gusta demasiado). ¿No será que alguien quiere lavarnos el cerebro para que pensemos que esto es una guerra de religiones? ¿No pensáis que un afgano de 20 años puede tener la misma capacidad intelectual que un neoyorquino de 20 años? ¿Tienen los dos derecho a cuestionar las acciones y razones de sus mandatarios?

¿Lo hacen?

Allí donde hay pobreza (económica o intelectual), encuentra buen abono el terrorismo.

Y las “guerras santas” también.

Los atentados terroristas en todo el mundo no son accidentes inevitables; se trata de actos totalmente premeditados y estudiados. Lo cual me lleva a pensar que debe haber una causa que lleva a los terroristas a llevarlos a cabo.

El que aprieta el detonador de la bomba lo hará por una causa que seguramente alguien le haya hecho parecer justa. Esa voz que les susurra en la oreja… ¿porqué lo hace?

Si comprendiésemos dichas causas (aún teniendo que tragar mucha bilis), entonces sí estaríamos más cerca de la paz.

¿Sólo susurran en la oreja del enemigo?