domingo, 16 de agosto de 2009

20 minutos

Hola.

Hace unos días, mientras comíamos juntos unos cuantos compañeros de trabajo, surgió una conversación de esas… inútiles-y-nada-maduras-pero-graciosas.

Angie tenía sueño y comentó lo mucho que le gustaría echarse una siesta. Entonces se me ocurrió la típica gilipollez que propuse inmediatamente a todos los de la mesa: si como premio en un programa de televisión, o algo similar, o simplemente tomando como premisa que se pudiera realizar sin más, ¿qué es lo que más te gustaría poder hacer durante 20 minutos de tu vida? Puedes escoger lo que quieras, siempre que sea posible "físicamente", y no importa el dinero que cueste, ni si las personas implicadas (si las hubiera) están de acuerdo o no. Todo sería como tú deseas, eso sí, sólo duraría 20 minutos.

No vale, por ejemplo, que durante los 20 minutos te esté tocando la lotería sin parar… Bueno, sí vale, si lo que te hace ilusión es simplemente que te toque la lotería, pero al finalizar los 20 minutos, todo el dinero ganado desaparecería y tú volverías a tu vida normal.

Al principio se escuchó de todo. Claro, no era fácil, puesto que es un único deseo, y los anhelos de los humanos son muy variopintos. Nunca puedes estar seguro de qué es lo que más te gustaría hacer en tu vida. ¿Os lo habéis planteado alguna vez? Algunos lo tendrán muy claro. Yo no.

Yo creo que todos en la mesa sufrimos el mismo proceso, al menos es lo que me pasó a mí: primero pensé en cosas más o menos importantes y "serias". Es lógico, es una oportunidad única. Hay que pensarlo bien… pero luego pensé: "¡qué diablos!, son sólo 20 minutos, voy a disfrutar de verdad".

Y entonces comenzó el proceso de verdad.

La idea de la siestecita en una tumbona en una playa de postal surgió con fuerza (recordad que estábamos en la sobremesa de un día de trabajo del mes de agosto…).

Yo dije que me encantaría pasarme los 20 minutos montado en la mayor montaña rusa del mundo, con un recorrido de kilómetros entre los árboles de un bosque fresco, haciendo loops y yendo a toda velocidad. Me lo imaginé con música y todo. Pffff. Bueno, es que de verdad me gustaría, ¿vale?

Surgieron más ideas, y fuimos retocando otras anteriores para mejorarlas: comer helado; la siesta en la playa, pero además comiendo helado; la siesta en la playa, con masaje, y comiendo helado… Bueno, ya os imagináis. Pero poco a poco nos fuimos soltando y fuimos dejando caer lo que en realidad nos gustaría a todos: sexo, sexo, sexo.

Ahí dejamos la conversación; teníamos que volver al curro. Pero yo seguí dándole vueltas y llegué a la conclusión de que la mayoría de la gente pediría sexo con alguien que le gustara mucho. ¿Estoy equivocado? ¿Soy un frívolo? No se…

La siesta en la playa, con masaje, con helado, con nuestra música favorita, etc… y por supuesto, que el/la masajista fuera alguien que fuera "súper amable" con nosotros. Ejem.

Ahí lo dejo. Podéis dejar comentarios diciendo qué elegiríais vosotros. También podéis comentar si creéis que estoy equivocado en mi conclusión… pero sed sinceros: son 20 minutazos, sí, pero a la vez, son sólo 20 minutos… ¿es el sexo el motor del mundo?

Aquí tenéis una escena de la película "La cosa más dulce", en la que Cameron Díaz nos deja ver lo que le gustaría hacer con sus 20 minutos.

Dios… que me aspen si no parezco muy frívolo publicando este post. Me encanta. Y sólo he tardado en hacerlo… 20 minutos!

3 comentarios:

  1. mmm... 20 minutos... se me viene a la cabeza un paisaje frío y hermoso, vacío de seres vivos y sin apenas vegetación. Un amanecer único en el lugar más cercano al sol existente en la tierra. La cabaña calentita detrás de mi deja escapar el suficiente calor para no tener que abrigarme mientras comtemplo el amanecer. Unas manos placidamente conocidas se deslizan por mi espalda hasta llegar a mis hombros, y dejo que me rodeen y me abracen sintiendo su cuerpo amado junto al mío. En silencio tomamos al unísono una bocanada del aire más puro que jamás haya tomado. Algo que me hace sentir parte del mundo, parte de éste inmenso universo. La paz inunda mi interior y la sensación de las cosas bien hechas mantienen mi mente despejada.
    Me giro, y miro a sus ojos para ver más allá, todo lo que me quiera enseñar. Y su gesto, tan conocido por mi, me insinua que un buen rato de placer está por comenzar... y es que todavía, señores, me quedan 19 eternos minutos...

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  2. Difícil, sí...
    A ver si consigo activar la neurona y vuelvo.

    Besos guapo

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  3. Bueno yo estaba presente y escogí (con j o g no recuerdo bien) todo eso y junto, pero el helado me lo comería encima de la masajista, en fin, uffff ya está

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