martes, 15 de septiembre de 2009

MMEEEECCCCKKK, ERROR!!

Hola.

Hace tiempo, por razones que no vienen al caso, prometí que nunca iba a comprar más en el Carrefour que está cerca de mi lugar de trabajo. Simplemente, me parecía que estar 20 minutos en la cola para pagar era demasiado… Desde entonces he roto esa promesa varias veces. No explicaré ahora los motivos concretos, pero sí diré que a veces simplemente necesito tener algo en la nevera. Me bajo los pantalones, y ya está.

Hoy ha sido uno de esos días. He salido de trabajar a las 20:00h, y aprovechando que necesitaba un cable para mi Tom-Tom, he comprado dos pizzas y dos yogures (ya he dicho que no entraré en los motivos concretos de mis escapadas al Carre, pero os podéis imaginar lo que hay en mi frigorífico ahora mismo).

El caso es que, con tan pobre compra, he pensado que podría pasar por la caja rápida, esa en la que sólo puedes ir si llevas menos de 10 artículos. Pero no, no he podido, porque dichas cajas estaban cerradas. Me he puesto en una cola "normal", en la que había una pareja con su hijo pequeño delante de mí.

Mientras la cajera atendía al cliente que estaba delante de todos nosotros, la mujer de la pareja iba y venía constantemente a dejar más cosas en su carro, con lo que el carro ha terminado lleno, mientras que cuando yo me he puesto en la cola, estaba a la mitad. Ya estaba yo maldiciendo por dentro…

La cajera, muy rápida, por cierto, estaba terminando con el primer cliente.

Mientras tanto, yo pensaba en el morro que tenía la parejita de delante, y en que se me estaban congelando las manos (las pizzas eran congeladas y yo no tenía ni carro ni cesta ni nada).

Los susodichos han comenzado a descargar el carro en la cinta transportadora, y el nene me ha mirado y me ha sonreído. Le he sacado la lengua, aprovechando que los padres no me veían (una técnica depurada a lo largo de los años, y que me enseñó Pepe), y el crío se ha descojonado del todo. Me ha caído bien.

Sumido estaba yo en estos importantes quehaceres cuando de repente la pareja (extranjera, por cierto) se ha dirigido a mí, y me han rogado (casi literalmente) que pasara delante de ellos, porque tenía muy poca compra.

He dicho que no, pero ante tanta amabilidad, he terminado cediendo. Creo que les he dado las gracias como cien veces.

En un minuto ya había pagado, y la cajera, que por cierto tenía síndrome de Down, me ha regalado una sonrisa demoledora al despedirme.

Hostia, si los últimos 5 minutos casi parecían un corto.

Y eso es algo que me ha pasado hoy.

6 comentarios:

  1. Quien te lo iba a decir 5 minutos antes... ;-)

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  2. Por cierto, tu blog tiene vida propia, mañana te cuento la última...

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  3. Nos pasa lo mismo a ti y a mi, a veces nos machacamos con cosas que estamos 100 % seguros de que pasaran, nos cabreamos, maldecimos y al final, zas no pasan. Te estabas cabreando porque te ivas a demorar en la cola y por la geta de la peña y mira, al final hasta te dejaron pasar. A ver cuando aprendemos, pero es txungo

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  4. Jejeje...me alegra saber que algo has aprendido de mi! :-P

    veeeees como SI leo tu blog!!!

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  5. DANY:

    jejejejjejee

    m a molao la anecdota, al menos son considerados los del carro, q no quiere decir q no sean cegatos y estupidos... MAXIMO 10 ARTICULOS...

    q parte de esas 3 palabras la gente no entiende????

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  6. Que nooooo, que ni siquiera era una cola de 10 artículos... que yo me estaba cabreando por cabrearme. :-)

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