Hace unas semanas cayó en mis ojos, por casualidad, o no, tooooodo un proyecto de futuro ideado por un señor llamado Jack Fresco.
No se limita a unos cuantos inventos que podrían mejorar nuestra calidad de vida, sino que el tipo este ha pensado en TODO, y digo TODO, en mayúsculas, porque lo que este hombre ha ido forjando en su mente a lo largo de muchos años es un proyecto de futuro para toda la humanidad.
Me interesó mucho, porque salían muchas mejoras tecnológicas, ecológicas, ideológicas, etc… Es decir, que era una frikada de las gordas. Me pareció muy chulo.
Me topé con entrevistas de todo tipo en las que Jack (perdonadme la familiaridad, pero es que vi muchas entrevistas) explicaba incontables e innumerables (je) ideas sobre el futuro, desde cómo mejorar el diseño de un cuarto de baño para ahorrar agua, hasta cómo construir ciudades más eficientes. El tipo ha hecho de todo. Ha diseñado instrumental quirúrgico; ha diseñado casas de aluminio; ha diseñado sistemas de transporte que ganarían el intento de concurso que propuse en una entrada anterior… También se adentra en el tema social propiamente dicho, llegando incluso a resultar demasiado… filosófico para mi gusto.
En definitiva, en lo que parece haberse centrado últimamente (años y años) es en el Proyecto Venus, o The Venus Project, que queda más fino. En palabras sencillas: rehacer la sociedad completamente para hacerla más sencilla, ecológica, eficiente.
Tanto me interesé por el tema que días después todavía rondaba por mi cabeza. Había algo que no me gustaba… y de repente, o no, lo entendí: sus ciudades futuristas me parecen interesantes, para recrearlas en un video juego de estrategia, quizá… pero ¿implementarlas en la realidad? MENUDO COÑAZO. Qué sociedad más COÑAZO. Todas nuestras necesidades cubiertas, todo resuelto… joer, qué rollo.
El respeto que siento por este hombre, que sinceramente es mucho, pues una mente así es de admirar, sólo lo supera mi rechazo absoluto al futuro que pretende construir. Lo siento, Jack, ya sabías que encontrarías detractores. Llámame retrógrado si quieres. Estás en tu derecho.
No me gustan tus ciudades.
Me quedo con Madrid. Que no me la cambien.
Como se que algunos de los que leéis esto sois tan frikis como yo, ahí os dejo la presentación del Venus Project, por si queréis conocerlo. Son 12 minutitos de mucho pensar.
Ta lueeeeeeeeee.
Carlos.
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